Excepto su mujer, Cristina, que sigue confiando en él, sus antiguos socios y amigos le han dado la espalda.
Muy deteriorado, como se dejo ver en Washington la semana pasada, esta ansioso por contar su verdad.
Excepto su mujer, Cristina, que sigue confiando en él, sus antiguos socios y amigos le han dado la espalda.
Muy deteriorado, como se dejo ver en Washington la semana pasada, esta ansioso por contar su verdad.